Accidentes de baja intensidad
En los últimos tiempos, se ha observado un fenómeno preocupante en el ámbito de los accidentes de tráfico de baja intensidad: la creciente tendencia de las aseguradoras a negarse a indemnizar. Estos accidentes, a menudo considerados como simples choques menores, pueden resultar en consecuencias significativas para los afectados, tanto en términos de daños materiales como de lesiones.
Aunque los accidentes de baja intensidad pueden parecer insignificantes a primera vista, las implicaciones para las personas involucradas pueden ser sustanciales. Desde daños en la propiedad hasta lesiones que pueden no manifestarse de inmediato, estos incidentes requieren una evaluación cuidadosa. Sin embargo, algunas aseguradoras adoptan un enfoque restrictivo al evaluar los reclamos asociados con accidentes de baja intensidad.
Las aseguradoras a menudo argumentan que, en accidentes de baja intensidad, los daños son mínimos y, por lo tanto, no justifican una compensación significativa. Sin embargo, esta perspectiva puede pasar por alto las complejidades subyacentes. Las lesiones, incluso las aparentemente menores, pueden tener consecuencias a largo plazo, y los costos asociados con la reparación de vehículos no siempre reflejan el impacto real en la vida de las personas.
Si te encuentras ante la situación en donde la aseguradora contraria se niega a indemnizarte excusándose en que el accidente fue de escasa intensidad como para causar lesiones en los pasajeros contacta con nosotros.
Ya llevamos un tiempo en donde nos estamos encontrado en el despacho de nuevo con la tendencia de algunas aseguradoras de exponer el criterio de baja intensidad para evitar tener que pagar a los perjudicados en un accidente de tráfico, pero si tuviste una primera asistencia dentro de las 72 horas posteriores al accidente y cuentas con informes médicos de seguimiento de tus lesiones los más seguro es que puedas reclamar tus derechos ante los tribunales.
El criterio mayoritario que mantienen en la actualidad nuestros juzgados es dar mayor relevancia a los informes de los médicos que asisten al perjudicado que los estudios que aportan las aseguradoras sobre biomecánica para negar que un accidente a baja velocidad pueda causar lesiones, por esa razón, si se puede reclamar ante los tribunales en caso de rechazo.